Para el cuidado del calzado, en general, es conveniente que cuando
se dejen de utilizar, se les ponga papel para que conserven la forma y
sea absorbida la humedad.
Es bueno asearlos con un cepillo suave o
con un paño, de esta manera no se verán opacos y se mantendrán muy
limpios. Desinfectar el interior y exterior de los zapatos con un spray
es buena idea, estos se compran en farmacias y previenen la aparición de
hongos en el calzado. También es necesario evitar ponerse el mismo
calzado dos días seguidos, para que se aireen y se deshumedezcan.
Calzado de cuero
Para el cuidado del calzado de cuero se debe utilizar una crema de zapatos especial para dicho material. Y en los días lluviosos ponerles algún producto químico para impermeabilizarlos, ya que el agua daña el cuero.
Para el cuidado del calzado de cuero se debe utilizar una crema de zapatos especial para dicho material. Y en los días lluviosos ponerles algún producto químico para impermeabilizarlos, ya que el agua daña el cuero.
El cuero se debe hidratar, para ello un truco casero es
utilizar crema desmaquillante, la cual aplicaremos con un trapo de
algodón o gamuza. Para lavarlos hay que hacerlo con un trapo suave que
elimine las manchas.
Otra precaución importante a tener en cuenta
con los zapatos de cuero es que se agrietan y endurecen, con cierta
facilidad, si se les pone cerca de fuentes de calor. Por eso, conviene
guardarlos en algún lugar en que no les dé la luz y que tampoco sea
húmedo.
Cuidado de otros tipos de calzado
Los zapatos de gamuza se limpian con una escofina delgada para después sacarles brillo con una toalla y así evitar que pierdan el color. Por otro lado, para el cuidado del calzado de terciopelo, por ejemplo, conviene no utilizar ceras; existen cremas para limpiar manchas en este tipo de zapatos, utilizando siempre un trapo suave seco o ligeramente humedecido.
Los zapatos de gamuza se limpian con una escofina delgada para después sacarles brillo con una toalla y así evitar que pierdan el color. Por otro lado, para el cuidado del calzado de terciopelo, por ejemplo, conviene no utilizar ceras; existen cremas para limpiar manchas en este tipo de zapatos, utilizando siempre un trapo suave seco o ligeramente humedecido.
En el caso del cuero sintético sí pueden ser limpiados
con un trapo húmedo o con un cepillo. Mientras que para el charol, que
es un material que se ensucia fácilmente, puede lavarse perfectamente
con una esponja y agua enjabonada, también se puede evitar grietas
pasandole regularmente un algodón embebido en aceite.
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